Introducción Egipto Mágico

 

INTRODUCCIÓN.

Egipto, es oficialmente,la República Árabe de Egipto (en árabe: جمهوريّة مصرالعربيّة Ŷumhūriyyat Miṣr Al-ʿArabiyyah, pronunciado en dialecto egipcio Masr), es un país soberano de África en la parte más occidental de Máshrek.

Egipto , en sentido longitudinal, se extiende en unos 1.100 km, desde la desembocadura del Nilo, en  el Mediterráneo, hasta casi la altura de la segunda catarata de este rio, donde una línea fronteriza convencional lo separa de la República del Sudán. Ocupa el ángulo  nororiental del continente africano y sus costas están bañadas por los mares Mediterráneo y Rojo. La costa mediterránea mide, desde el golfo de Somllum hasta la zona de Gaza l.500 km aproximadamente. La costa bañada por el mar Rojo se extiende unos 1.800 km desde Suez hasta el paralelo 28 grados N., comprendiendo en dicha longitud los perímetros de los golfos de Suez y de Aqaba, entre los que se abre la península triangular de Sinaí.

Este montaje de una porción de pared del templo de Akhenatón, un espectacular testimonio de la ayuda proporcionada por los ordenadores en resolver el rompecabezas de los talatats, fue ensamblado gracias a las correlaciones establecidas entre fotografías clasificadas de las variadas piedras. La escena, un reflejo de la vida del templo, muestra a unos obreros transportando vasijas, moliendo grano y alimentando al ganado. Ampliar

TEXTO ANTOLÓGICO.

Este texto del historiador griego Herodoto (siglo v a. de J.C.) hace referencia a uno de los aspectos fundamentales de la civilización egipcia: el papel jugado por el río Nilo. En la Antigüedad, toda la vida del país dependió del gran río. El Nilo proporcionaba una fertilidad poco común a las tierras del valle, al tiempo que posibilitó la elaboración de un calendario agrícola, que ha permitido a los historiadores establecer una cronología bastante aproximada de la historia antigua egipcia.

Texto:

[…] Egipto es una especie de terreno postizo, y como un regalo del río mismo (…). Contaban que en el reinado de Meris, con tal que creciese el río a la altura de ocho codos, bastaba ya para regar y cubrir aquella porción de Egipto que está más abajo de Menfis (…).

 Mas por ahora no existe gente […] que recoja con menor fatiga su anual cosecha que los de aquel distrito. No tienen ellos el trabajo de abrir y surcar la tierra con el arado, ni de escardar sus sembrados, ni de hacer ninguna labor de las que suelen realizar los demás labradores en el cultivo de sus cosechas, sino que, saliendo el río de madre sin obra humana y retirado otra vez de los campos después de regarlos, se reduce el trabajo a arrojar cada cual su sementera, y meter en las tierras rebaños para que cubran la semilla con sus pisadas. Concluido lo cual, aguardan descansadamente el tiempo de la siega, y trillada su parva por las mismas bestias, recogen y concluyen su cosecha.

HERODOTO

«Los nueve libros de la Historia», Euterpe

Mapa Alto y bajo Egipto. Ampliar

EL ALTO EGIPTO

EL ALTO EGIPTO «La tierra del junco», Ta Shemahu, se extendía desde el sur de Menfis hasta la primera catarata, en Asuán, más allá de la cual estaba Nubia. La fértil llanura en torno al río limitaba con el desier-to, de cuyos oasis partían las rutas comerciales. Ampliar

1-Templos de Abu Simbel Situados en Nubia, los dos impresionantes templos construidos por Ramsés II están dedicados al faraón divinizado y a su esposa favorita, la bella Nefertari. El templo de Ramsés (abajo) está presidido por cuatro colosos sedentes del faraón.

2-Templo de la diosa Isis en Filé Dedicado a Isis, la devota esposa de Osiris y madre de Horus, el templo fue embellecido por Nectanebo I, los reyes ptolemaicos y los emperadores romanos. Fue cerrado por orden de Justiniano en el siglo VI d.C.

3-Templo del dios Horus en Edfú Dedicado al dios halcón Horus, hijo de ‘sis y protector de la realeza, es el segundo templo más grande de Egipto después de Karnak. Fue iniciado por Ptolomeo III en 237 a.C., y lo terminó Ptolomeo XIII en el año 57 a.C.

4-Templo del dios Anión en Karnak Dedicado a la «tríada tebana» (Amón, Mut y Khonsu), fue el templo más importante del país desde el Imperio Nuevo. Los faraones compitieron en erigir soberbios monumentos, como la sala hipóstila (abajo), iniciada por Seti I y acabada por Ramsés II.

5-Templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari Senenmut, arquitecto y hombre de confianza de Hatshepsut, construyó, a mayor gloria de la soberana, un templo funerario excavado en la montaña tebana y distribuido en tres terrazas que se adaptan perfectamente al relieve de la zona.

6-Templo de la diosa Hathor en Dendera El complejo se compone de varios edificios, como el mammisi o casa del nacimiento (abajo) y el templo de Hathor. Fue erigido en época ptolemaica y ampliado por Trajano. Cleopatra VII aparece representada en sus muros.

EL BAJO EGIPTO

EL BAJO EGIPTO Los egipcios lo denominaban Ta Mehu, «la tierra del papiro», por la gran profusión de esta planta en la zona. Comprendía la fértil región del Delta desde Menfis, e incluía el oasis de El Fayum, de gran importancia económica. Ampliar

1-El oasis de El Fayum Situado en el límite con el Alto Egipto, se convirtió en importante centro agrícola bajo los reyes de la dinastía XII. Su capital era Per Sobek, llamada Arsínoe en época de Ptolomeo II. Otras ciudades fueron Medinet Maadi, Tebtinis o Karanis (abajo).

2-Saqqara, la necrópolis de Menfis Lugar de enterramiento de los reyes de las dinastías I a la VI y numerosos nobles, fue el lugar escogido por lmhotep, arquitecto del rey Djoser, para levantar la pirámide escalonada, la primera en piedra (abajo).

3-La necrópolis real de Gizeh En la meseta de Gizeh, cerca de El Cairo, se alzan las tres grandes piramides de los faraones de la dinastía IV: Keops, Kefrén y Micerinos. La Gran Esfinge (abajo) representa al rey Kefrén, con cuerpo de león y cabeza humana, rindiendo culto a Re.

4-Bubastis, la ciudad de la diosa gata Bastet Centro principal de culto a Bastet, protectora del hogar, su edificio más importante fue el gran templo dedicado a la diosa, mencionado por Heródoto. La ciudad fue sede de una necrópolis de gatos (abajo), animal asociado a Bastet.

5-Tanis, la capital de los faraones libios Fue la capital de los reyes de las dinastías XXI y XXII, de origen libio. Para construir sus templos usaron muchos bloques de piedra de la vecina Pi-Ramsés. Pierre Montet descubrió aquí, en el año 1939, las tumbas intactas de aquellos faraones.

6-Alejandría, la capital   de los Ptolomeos Fundada en 331 a.C., la capital de los Ptolomeos fue la ciudad más espléndida del Mediterráneo, sede del Faro, una de las maravillas de la Antigüedad, y de la famosa Biblioteca. Gran parte de sus restos se hallan bajo el mar.

 

  CRONOLOGÍA.

La era dinástica o faraónica, la época en la que un rey (el faraón) gobernaba Egipto y el período de tiempo, duró aproximadamente tres mil años, o 150 generaciones. Comenzó con la unificación del país a manos del guerrero del sur Narmer C. 3100 a. C. y terminó con el suicidio de Cleopatra VII en el 30 a. C. Antes de la época dinástica vino el período Predinástico, durante el cual no hubo escritura y, por lo tanto, carente de historia; pero, como sugieren tanto el arte como la arqueología, sí existieron mitos y leyendas. Tras la época dinástica vino el gobierno de Roma. No obstante, es necesario recordar que los mitos y leyendas egipcios continuaron evolucionando durante la época romana y con posterioridad al Imperio Romano. De hecho, algunas de las deidades tradicionales egipcias siguen siendo adoradas hoy día, si bien con mitos transformados.

 Tradicionalmente, los egiptólogos dividen el período dinástico en «dinastías»: linajes de soberanos que están relacionados entre sí de algún modo, pero que no necesariamente son parientes consanguíneos. Por convención, las dinastías se agrupan en épocas de gobierno fuerte y centralizado (el Reino Antiguo, el Reino Medio, el Reino Nuevo y la Baja Época), separadas por épocas de control descentralizado o extranjero (los tres Períodos Intermedios). Si bien lo habitual era que un hijo heredara el trono de su padre, esto no siempre sucedió, y un significativo número de reyes fueron adoptados por la familia real. Del mismo modo, en un mismo linaje familiar podía darse una cesura dinástica: los reyes de finales de la XVII dinastía y los de comienzos de la XVIII dinastía, por ejemplo, pertenecían a la misma familia. En ocasiones, en épocas de escaso control central, dos o más dinastías enfrentadas gobernaban Egipto a la vez.

 Los egipcios, que carecían de nuestra idea de historia lineal, nunca desarrollaron un calendario continuo. En vez de ello fechaban los acontecimientos relacionándolos con el reinado del rey actual: Año 1, Año 2, etc. Cuando el viejo rey fallecía y uno nuevo tomaba el poder, el sistema de fechado comenzaba de nuevo en el Año 1 y así sucesivamente. Si bien no es el más perfecto de los sistemas, es el medio más preciso para fechar el pasado de Egipto; es el sistema que utilizan los egiptólogos .Por mencionar un ejemplo, por convención los egiptólogos fechan la muerte del rey mujer Hatshepsut en su año de reinado 22; su gobierno se sitúa a comienzos de la XVIII dinastía, que a su vez forma parte del Reino Nuevo.

 Sabemos que Hatshepsut gobernó durante veintidós años, pero las fechas concretas son más inciertas: ¿reinó entre 1504 y 1482 a. C.?, ¿desde 1490 hasta 1468 a. C.?, ¿o entre 1479 y 1457 a. C.? Todas son fechas posibles; si bien, como resulta evidente, sólo una (quizá ninguna) es correcta. Si utilizamos sus propios años de reinado podemos crear una pequeña isla de estabilidad cronológica en este caótico mar de fechas.

 Las principales divisiones de la cronología egipcia son las siguientes:

Período Predinástico (c. 5300-3100 a. C.)

 Durante el «Egipto» prehistórico aparecen ciudades-estado independientes, rodeadas por poblados y aldeas satélites. Cada una de ellas posee su propia deidad de importancia local y su propio cuerpo de sacerdotes. La cerámica pintada recuperada de las tumbas muestra escenas de agua, barcos, hombres armados y unas curiosas figuras femeninas que pueden, o no, ser diosas. Cementerios bien organizados en el desierto y tumbas equipadas con ajuar funerario sugieren una sociedad bien estratificada, con esperanza de una vida en el otro mundo.

Período Dinástico Temprano (dinastía 0-II dinastía, c. 3100-2686 a. C.)

 Unificado por el rey Narmer, Egipto se extiende desde Asuán (en el sur) hasta el Mediterráneo (en el norte). Los soberanos de esta tierra unida reinan desde la ciudad norteña de Menfis, y construyen grandes tumbas de ladrillo en los cementerios de Abydos y Saqqara. Se asocian con el dios Horus, una de las divinidades del ya complejo panteón reconocido en toda la nación. Según se desarrolla un eficiente estado burocrático aparece la escritura y florecen el arte y la arquitectura de ladrillo.

Reino Antiguo (III dinastía VI dinastía, c. 2686-2181 a. C.)

 El dios sol Ra es ahora la principal deidad estatal. Reyes semi-divinos, los hijos de Ra, construyen grandes pirámides de ladrillo en la parte norte de Egipto; sus cortesanos se entierran en cementerios controlados por el estado que rodean las pirámides. En su tumba el difunto es provisto de ajuar funerario, Textos de las pirámides y autobiografía; pero sólo el rey posee un espíritu lo bastante fuerte como para abandonar la tumba. Su pueblo está destinado a pasar la eternidad atrapado en la tierra.

Primer Período Intermedio (VII dinastía-comienzos de la XI dinastía, c. 2181-2055 a. C.)

 Sin una monarquía centralizada, el fragmentado Egipto es controlado por gobernantes locales. Si bien escritores posteriores describieron esta era como descontrolada y peligrosa, la arqueología confirma que para la mayoría de la gente la vida continuó como siempre.

Reino Medio (finales de la XI dinastía XIII dinastía, c. 2055-1650 a. C.)

 Se restaura la monarquía centralizada y se establece con rapidez un imperio. Continúa la construcción de pirámides y florecen el arte, la artesanía y la literatura. Egipto es gobernado desde la actualmente desaparecida ciudad de Itj-Tawy, situada cerca de la entrada a Fayum, mientras que el dios Montu es una importante divinidad estatal. Es la época durante la cual se escriben las primeras historias de ficción. El más allá gobernado por Osiris se abre para todos, y los Textos de los ataúdes se pintan o graban en los ataúdes de la élite para ayudar al difunto a conseguir su objetivo de una vida eterna.

Segundo Período Intermedio (XIV dinastía-XVII dinastía, c. 1650-1550 a. C.)

 La parte norte de Egipto está gobernada por los reyes «hyksos», de origen cananeo; la parte sur de Egipto es gobernada desde Tebas por un linaje de reyes nativos cada vez más agresivo. Al sur de Egipto, los cada vez más poderosos nubios son aliados de los hyksos. A pesar de la tensión política, la mayoría de los egipcios continúa llevando una vida normal.

Reino Nuevo (XVIII dinastía-  XX dinastía, c. 15501069 a. C.)

 Es un período de unificación, de imperio y de una riqueza sin precedentes, la época en la que el guerrero Amón-Ra de Tebas gobernaba como rey de los dioses desde su complejo templario de Karnak. Los reyes construyen vastos templos de culto en piedra conectados con las principales ciudades mediante avenidas procesionales, magníficos templos funerarios de piedra al borde del desierto de la orilla occidental y excavan tumbas en el Valle de los Reyes. Los textos funerarios, escritos en los muros de las tumbas y en rollos de papiro, ayudan al difunto a sortear los peligros del más allá. Los trabajadores que se encargan de excavar y decorar las tumbas reales viven en el poblado de Deir el-Medina —construido ex profeso y dirigido por el estado—, donde al haber una amplia proporción de personas alfabetizadas, recogen los detalles de su vida diaria en papiro y fragmentos de caliza.

Tercer Período Intermedio (XXI dinastía-XXIV dinastía, c. 1069-715 a. C.)

 Egipto es gobernado desde el norte por varios linajes simultáneos de soberanos locales. Con el Valle de los Reyes abandonado e inseguro, los grandes sacerdotes de Amón abren todas las tumbas reales conocidas, cogen las momias, les quitan todos los objetos de valor y las almacenan en una serie de escondrijos repartidos en torno a la necrópolis.

Baja Época (XXV dinastía-XXXI dinastía, c. 715332 a. C.)

 A una dinastía de fuertes reyes nubios le siguen fases alternas de gobierno nativo y persa. Debido a las amenazas que penden sobre el modo de vida tradicional, surge un renovado interés por la cultura egipcia y muchos de los mitos antiguos son transformados en narraciones más largas y elaboradas. Es la época en la que Heródoto visita Egipto y recoge sus impresiones en el Libro II de su Historia.

Períodos Macedonio y Ptolemaico (332-30 a. C.)

 Reyes de habla griega y origen macedonio gobiernan desde Alejandría, adorando a una mezcla de dioses nativos, importados de Grecia e híbridos greco-egipcios. Los Ptolomeos buscan el apoyo de los sacerdotes locales, y un amplio programa de restauraciones reconstruye muchos templos, donde con frecuencia los muros están inscritos con detalles de los rituales y representaciones. Tras el suicidio de Cleopatra VII en el 30 a. C., Egipto se convierte en parte de las posesiones personales del emperador Augusto, con lo que termina la era dinástica.

 

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